“Estamos preocupados por la crisis financiera del sistema de salud”: Afidro
Entrevista completa realizada por la Revista Cambio a nuestra Presidente Ejecutiva, María Clara Escobar:
- ¿Cuáles son los principales desafíos financieros que enfrentan las empresas farmacéuticas en Colombia para proporcionar medicamentos accesibles?
Las empresas farmacéuticas y todos los agentes del sector salud estamos sumamente preocupados por la crisis financiera del sistema. No exageramos cuando aseguramos que, de seguir así, como lo han advertido incluso los exministros de salud, vamos a sufrir un apagón del sistema que significa pacientes sin servicios ni tratamientos a tiempo, poniendo en riesgo vidas.
Los retos de recursos financieros han aumentado sustancialmente por diferentes aspectos: ha crecido la expectativa de vida, es decir, tenemos cada vez más adultos mayores que a su vez demandan permanentemente servicios y medicamentos que les garanticen mejor calidad de vida; la pandemia generó unos altos costos para el sistema y cuando regresamos a la normalidad, masivamente las personas acudieron al médico y muchos encontraron que requerían tratamientos permanentes; también ha influido la devaluación y la inflación en el costo de los productos y servicios del sector; y, como si fuera poco, la UPC, que son los recursos para garantizar la atención por paciente en el plan básico, ha sido insuficiente para atender las necesidades que existen.
Esa es la preocupación más reciente, pues mientras expertos como Anif recomendaron un aumento de 15 % para la UPC y del 10,6% para presupuestos máximos – que es la bolsa donde están los servicios y medicamentos no incluidos en el plan de beneficios -, a finales del año pasado el aumento fue del 12%, lo que se traduce en un hueco enorme cuando de salud de trata.
Esperamos que el Gobierno Nacional reconozca la crisis, que los recursos no son suficientes y que la priorización a su proyecto de reforma a la salud, que desconoce las bondades de un sistema construido por 30 años, no debe ser el foco en este momento. La urgencia es garantizar las citas, procedimientos y medicamentos de los usuarios sin interrupciones, sin dejar de lado la promoción y prevención, por supuesto.
El otro gran desafío, que impacta significativamente el acceso a medicamentos, es el Invima. Necesitamos que la entidad se fortalezca, mejores sus capacidades, incentive a su talento humano. Se le inyecten recursos económicos para su adecuado funcionamiento y pueda construir y ejecutar un plan de trabajo de mediano y largo plazo, lo que pasa por una gobernanza que pueda tomar este tipo de decisiones y establecer canales de comunicación abiertos, transparentes y conjuntos.
- ¿Cómo afecta la financiación insuficiente el acceso de los pacientes?
Lamentablemente esto que puede sonar a una discusión técnica entre agentes del sistema, a quienes más afecta es a los usuarios. Todos hemos visto en redes sociales y en medios de comunicación las quejas crecientes de los pacientes que, por la falta de flujo de recursos que altera la funcionalidad de toda la cadena, sufren demoras para acceder a sus citas, a sus intervenciones y a sus medicamentos como lo prescribió el médico.
Esta situación es grave para todos. Por ejemplo, los pacientes crónicos que bajo tratamiento juicioso pueden ser personas sanas y productivas, van a sufrir retrocesos en su salud física y mental que, sumados van a presionar más el gasto del sistema, pues de no tomar medidas urgentes vamos a tener a más personas requiriendo servicios médicos de complejidad, hospitalizaciones e incapacidades.
- ¿Qué hace falta en el ambiente regulatorio colombiano para mejorar el acceso a medicamentos?
El ambiente regulatorio para medicamentos, a cargo del Invima, necesita urgentemente una actualización normativa y que haga convergencia con los estándares internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Conferencia Internacional de Armonización (ICH) por su siglas en inglés y las agencias de referencia, para garantizar la entrada de medicamentos innovadores de vanguardia mundial para el tratamiento y cura de enfermedades.
Una estrategia para agilizar las decisiones regulatorias de aprobar o no el ingreso de un medicamento al país, es la adopción de mecanismos de reliance, que consiste en tener en cuenta los procedimientos, criterios y decisiones de otras agencias sanitarias que son referente en el mundo para optimizar las evaluaciones de los productos que se presentan en nuestro país.
El trabajo de la entidad también puede ser más ágil incorporando sistemas, tecnologías y herramientas para la gestión de la información que disminuyan el tiempo de trabajo manual de los funcionarios del Invima, a quienes también se les deben mejorar sus condiciones laborales lo cual, por supuesto, requiere una inyección de recursos para la entidad.
Seguramente una de las necesidades más urgentes es la construcción de canales de diálogo permanente y transparente con todos los agentes que puedan aportar al avance de la entidad.
Así mismo el diseño de modelos de inspección, vigilancia y control basada en la gestión del riesgo sanitario que, entre otras, reduce trámites innecesarios y nos permite detectar a tiempo riesgos como la comercialización de medicamentos fraudulentos.
- ¿Qué medidas se implementan para regular el precio de los medicamentos?
Desde el 2013, el Gobierno regula periódicamente los precios de los medicamentos. Es una metodología técnicamente robusta y basada en comparaciones internacionales de precios que, junto con criterios de concentración y participación en el mercado, decide la incorporación o no de un medicamento al régimen de control directo. Dicha metodología fue ratificada en la Ley Estatutaria en Salud y consiste en un procedimiento en el que los precios en el país se determinan con base en comparaciones con los precios de medicamentos en 17 países de Europa y América, reflejando las dinámicas de los mercados a nivel internacional.
Los afiliados de AFIDRO han sido respetuosos de esta metodología, y receptivos a los llamados del gobierno para buscar el perfeccionamiento de esta política. A la fecha, se ha regulado y establecido un precio máximo para 3.313 presentaciones comerciales de medicamentos a través de 17 circulares. Esto ha logrado una reducción promedio del 50 % en el precio de los medicamentos controlados. Según cifras del Ministerio de Salud, esta medida que se aplica anualmente regula gran parte del mercado farmacéutico y, según información compartida por la cartera, se han ahorrado casi 4,5 billones de pesos.
Los cambios que se pretendan hacer deben tener en cuenta lo que ha funcionado bien en el modelo actual, respetar la libre competencia, el estímulo empresarial y ante todo la protección del paciente.
- ¿Cómo afecta la falta de estabilidad jurídica a la inversión extranjera en el sector farmacéutico en Colombia?
Nuestras compañías afiliadas necesitan que los países a los que llegan tengan reglas claras y predecibles que les permitan planear y tomar decisiones. Además, el proceso de construcción de normas y toma de decisiones debe ser participativo y contar con los tiempos de consulta definidos por la Ley.
En particular, en el tema de propiedad intelectual, existe un marco legal que se debe respetar. Más teniendo en cuenta que muchas de las normas que rigen este tema hacen parte de tratados internacionales y que, de no respetarse, podrían hacer que el país sea objeto de una acción de incumplimiento.
Asimismo, en todo este contexto, la propiedad intelectual debe ser vista como una herramienta que promueve la generación de conocimiento y la innovación, y en esa medida, le aporta al desarrollo del país. La protección de estos derechos es un tema que se debe priorizar y garantizar por parte de todas las instituciones del Estado, y los agentes que intervienen en este mercado.
Para todos es claro que el Gobierno debe promover el desarrollo y crecimiento empresarial, para que el sector privado continúe siendo un motor de desarrollo, de generación de empleo, de innovación y de procesos de desarrollo tecnológico. La incertidumbre en un sector tan sensible como la salud afecta a todos los ciudadanos, por impactar la fluidez del rol de cada uno de los actores del sistema de salud y al tiempo la seguridad, estabilidad y acceso de los pacientes.
- ¿Se podrían mejorar las garantías legales para promover un entorno más estable y atractivo para la inversión en el sector de la salud?
Siempre habrá espacio para que el Gobierno promueva un entorno más competitivo para las empresas. Esto lo puede materializar con políticas públicas, reglamentaciones e incluso, con los pronunciamientos que hace en discursos públicos y redes sociales.
En muchas mesas de discusión entre agentes del sector salud y Gobierno coincidimos que la confianza, canales de comunicación de doble vía y predictibilidad son los elementos más valiosos para el adecuado funcionamiento del sector.
Estamos en un momento de gran incertidumbre donde está de por medio una reforma a la salud que desconoce la arquitectura de un sistema de salud que es reconocido internacionalmente por su universalidad y solidaridad con más vulnerables. En la reforma no queda claro el rol que pueden tener muchos agentes y que hoy alineados garantizaban que los usuarios recibieran sus servicios, intervenciones y medicamentos.
El Gobierno está promoviendo una avalancha de regulaciones improvisadas sin prever su viabilidad jurídica e impacto fiscal. Por ejemplo, recientemente hemos visto decisiones que desconocen las normas de propiedad intelectual y situaciones como las que se vivieron con los decretos de emergencia de La Guajira, que no aportan a la construcción y fortalecimiento del sistema de salud.
Hay instituciones que todavía no pueden tomar decisiones de mediano y largo plazo como el Invima, por falta de un director en propiedad. En medio de esa preocupación, se suma otra reciente acción que afecta la confianza, como la modificación del manual de funciones para el director que algunos exdirigentes de la entidad han calificado una puerta para “nombrar en el cargo una persona a conveniencia”.
Nuestra invitación es a construir conjuntamente, a tener en cuenta aquello que ha funcionado bien para perfeccionarlo y pensar siempre en la importancia de la estabilidad y continuidad para los usuarios del sistema de salud.
- ¿Cómo está el acceso en Colombia de los más vulnerables a los medicamentos?
Los colombianos, sin importar su condición social o económica, tienen hoy acceso a medicamentos de última generación, los mismos que reciben ciudadanos en el primer mundo, que llegan a través de nuestros afiliados, principalmente. Hoy en día los médicos tienen la autonomía para prescribir el tratamiento que el paciente requiere, activando así la ruta del medicamento para que llegue a todos los rincones del país.
Entre 2020 y 2022, según un estudio realizado por Iqvia, 38,2 millones de usuarios en Colombia se beneficiaron con medicamentos desarrollados por la industria farmacéutica innovadora, con más de 1.200 moléculas para el tratamiento de enfermedades crónicas y catastróficas. Esto amplía la cantidad de opciones terapéuticas que tienen un impacto significativo en la salud de la población y su calidad de vida. Esperamos que el mejoramiento en la gestión del Invima permita seguir incorporando innovación al país para dar más vida a los ciudadanos.
Nuestro objetivo como gremio es construir con el Gobierno Nacional y todos los actores del sector un sistema sostenible para que los colombianos sigan teniendo acceso a la innovación.
- ¿Por qué Colombia necesita de la innovación?
Las terapias de nuestros afiliados han mejorado el pronóstico y tratamiento de muchas patologías que se consideraron mortales. Ejemplo claro de ello son los pacientes con VIH que logran vivir más y en mejores condiciones gracias a los antirretrovirales. Uno de los ejemplos con más información disponible es el de cáncer de pulmón, los estudios clínicos muestran que pacientes con tratamientos innovadores duplican las tasas de supervivencia a 5 años, además de los beneficios sociales, emocionales y físicos para las personas y sus familias.
Desde AFIDRO estamos comprometidos con la innovación permanente y segura. Consideramos que esta debe ser asumida como aliada del sistema de salud, en la medida en la que impacta directamente en la calidad de vida de los pacientes y permite promover la salud, el bienestar, la promoción y la prevención.
La innovación que llega al país depende de la gestión del Invima que está diseñado para garantizar la calidad, seguridad y eficacia de los medicamentos, no para atender otros asuntos como la sostenibilidad financiera a cargo de otras entidades. Nuestra industria está sumamente preocupada porque en los últimos tiempos la entidad viene negando registros sanitarios de medicamentos innovadores. El 87% de las moléculas rechazadas, ya han sido aprobadas por la FDA de los Estados Unidos o por la EMA en Europa y el 67% de éstas, por ambas agencias de referencia. En muchos casos, se trata de medicamentos que han sido ya aprobados en la gran mayoría de países de América Latina y los usuarios del sistema en el país no pueden acceder a ellos.
La innovación no es opcional para un paciente que tiene la esperanza de que, luego de un diagnóstico doloroso, le digan que existe un tratamiento que lo cura o le puede ayudar a vivir mejor, no está disponible en el país.
Nuestra industria está comprometida no solo con el desarrollo de nuevas moléculas sino con la prevención. La vacunación, por ejemplo, es una de las herramientas más costo efectivas y de gran impacto, en la cual tenemos un liderazgo muy importante. Así mismo hacemos educación y sensibilización para generar conocimiento y hábitos de autocuidado en la población, que les permita actuar oportunamente frente a su salud. Existimos para ser parte de la solución y ayudarle al país a cumplir sus metas y Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en materia de salud.
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