Estos fueron los resultados del estudio ‘Evaluación de Tecnologías Sanitarias en Colombia: Fortalezas y Retos»

Desde el año 2011, el IETS ofrece a los tomadores de decisión, especialmente al Ministerio de Salud, la información necesaria para que los colombianos puedan acceder a tecnologías que sean efectivas, eficientes y que garanticen su derecho a la salud.

Bogotá, diciembre 2021-. En los últimos días, el Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga – ICP, presentó los resultados de la investigación sobre el desempeño del Instituto de Evaluación Tecnológica en Salud – IETS, con el objetivo de identificar sus retos y de proponer lineamientos para su mejora y fortalecimiento institucional que resulten efectivos e impacten de manera positiva en la sociedad.

En palabras de Yaneth Giha, presidente ejecutiva de Afidro, aunque se reconoce la importancia del IETS, “es necesario continuar resaltando sus fortalezas e identificar cómo podemos apoyar su fortalecimiento, precisamente, para que cumpla la labor y el rol que está llamado a cumplir”. Por su parte, Catalina Bello, directora de acceso y sostenibilidad de Afidro, advierte que “esta es una entidad que muchos países hoy no tienen y nosotros como sistema de salud debemos reconocerlo y valorarlo”.

Es así, como a través de un enfoque cualitativo, se identificaron cuatro grandes retos que enfrenta el Instituto de cara a buscar un fortalecimiento que le permita consolidarse como un actor fundamental en el marco del sistema de salud y, cuyos hallazgos, le servirán a modo de hoja de ruta para que pueda corregir las situaciones identificadas.

En este sentido, el financiamiento es considerado por parte del ICP como el tema central y el reto que debe ser superado a la mayor prontitud debido a que impacta directamente en el desempeño del Instituto. El estudio reveló que su alta dependencia a los proyectos, específicamente con entidades públicas, impacta de manera negativa en su sostenibilidad y puede generar ciertos obstáculos derivados de las normas que rigen la contratación con el Estado como, por ejemplo, lo es la Ley de Garantías.

Así mismo, aunque su naturaleza jurídica es mixta de carácter privado, los investigadores también encontraron que no existe una contratación mayoritaria con este sector, pese a que la ley lo determina y en su manual de contratación se especifica la viabilidad para hacerlo.

Evidenciamos que esto lo justifican por el tema de la transparencia y de los conflictos de interés, aun así, no sabemos si existe realmente una evaluación de este tema y esto ha hecho que se cierre un poco la puerta a la contratación con el sector privado y, por ende, que no se tenga una fuente de recursos adicional distinta a la del sector público”, señaló María Fernanda Gallego, investigadora del estudio.

Todo esto, agrega Gallego, ha hecho que haya una pérdida de la capacidad instalada que se puede traducir en fuga de cerebros, en la pérdida de oportunidades asociados a la baja calidad de respuesta, entre otros y, como resultado, entidades como el Ministerio, podrían empezar a considerar otros escenarios para la evaluación de las tecnologías.

Por otra parte, entendiendo que del comunicar depende el desempeño y el logro de los objetivos organizacionales y, en este caso, la conexión con los stakeholders y con la ciudadanía, a través del estudio se evidenció que existe un importante reto en materia de comunicaciones, lo que puede llegar a afectar de manera directa la imagen, el posicionamiento y el relacionamiento del Instituto con el entorno.

En primer lugar, los investigadores hallaron que el IETS no cuenta dentro de su estructura organizacional con una oficina de comunicaciones o de difusión que garantice tener una estrategia de comunicación clara y definida, en contraste con sus pares del The National Institute for Health and Care Excellence (NICE) del Reino Unido y el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) de Argentina, que también fueron revisados en el estudio y quienes sí cuentan con estrategias y lineamientos precisos que les han permitido una correcta difusión de sus estudios de investigación.

En esta misma área, el estudio señala que recursos como las redes sociales podrían ser aprovechadas por el instituto de una mejor forma, haciendo un manejo diferencial y acorde al lenguaje de cada una de las redes. En este sentido, Gallego, advierte que redes como Twitter o LinkedIn podrían ayudar al instituto a conectarse cada vez más con la ciudadanía a través de contenido pedagógico que ayude a entender sus productos y acciones, así como a encontrar perfiles profesionales específicos y altamente capacitados, respectivamente.

Así mismo, al hacer tanto la revisión del sitio web del IETS como de la Base Regional de Informes de Evaluación de Tecnología en Salud de las Américas -BRISA, los investigadores encontraron que existe una desactualización de la información general, lo que los llevó a cuestionarse la utilidad de los documentos dada la antigüedad de sus vigencias y planteando así un reto al hablar de transparencia, pues dentro de su política la definen como el poner a disposición del público en general, la información sobre los procesos que realizan de manera permanente, comprensible, completa y oportuna y, la dificultad de acceso generada por la desactualización, no permite cumplir con estos lineamientos.

El IETS se ha consolidado regionalmente y para continuar siendo ese modelo a seguir en la región, los otros institutos deberían tener fácil acceso a esta información. Sabemos la importante labor que se está haciendo, pero no comunicarlo efectivamente hace que se pierda el impacto que realmente puede llegar a tener en la ciudadanía, en el sistema, con el Ministerio y con los otros actores en general”, advirtió Gallego.

Por último, en materia de participación de actores, el estudio puso nuevamente en discusión la necesidad de garantizar una participación efectiva de todos los actores en este tipo de entornos de decisión y discusión, teniendo en cuenta que, aunque el IETS ha avanzado en la formulación de una guía en esta materia, está pendiente su retroalimentación para poder ponerlo en práctica.

Finalmente, María Clara Escobar, directora ejecutiva del ICP, invitó a los diferentes sectores y al instituto en sí, a continuar con esta tarea y ahondar sobre la institucionalidad y los procesos que se realizan al interior, estableciendo un panorama aún más completo que permita impulsar un proceso de mejora continua y el fortalecimiento institucional del mismo.

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