Retos y oportunidades investigación clínica con COVID19

El 20 de mayo se conmemoró el día internacional de la investigación clínica.  Fue en enero de 1922, cuando Leonard Thompson, paciente diabético de 14 años que estaba a punto de morir en el Hospital General de Toronto, utilizó por primera vez la insulina, descubierta por los científicos Frederick Grant Banting y Charles Herber Best. Poco a poco, luego de la administración del medicamento, sorprendió la milagrosa recuperación, así como la de otros pacientes que se encontraban bajo el mismo diagnóstico. Así, esta sustancia mejoró la calidad de vida y la supervivencia de los afectados. La investigación clínica se ha convertido en un ejercicio metódico, cuidadoso y fundamentado en la ciencia, que busca ayudar a la humanidad encontrando mejores maneras de aliviar enfermedades, curarlas o prevenirlas

Investigación con nuevos retos

Yaneth Giha, Presidente Ejecutiva, de Afidro (Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo) explicó que la urgencia global ha creado un espacio de construcción colectiva que permite trazar una hoja de ruta para el futuro. Dijo que en medio de la pandemia que vive el mundo, los estudios clínicos se enfrentan a nuevos retos como responder con soluciones terapéuticas seguras y eficaces, adaptarse a trabajar en medio del distanciamiento social y, por último, y no menos importante, mantener la rigurosidad que desde el punto de vista ético y científico se requiere.

Mientras que Daniel Gómez, Gerente de Articulación Macrosectorial de la Cámara de Comercio de Bogotá, contó que actualmente, hay 885 grupos de investigación en Colombia que podrían aprovechar el momento para “profundizar los esfuerzos y mejorar la atracción de los ensayos clínicos”.

Analizando la perspectiva médica se invitó al Infectólogo y Coordinador Nacional designado por la  OMS para los estudios de COVID-19, Carlos Álvarez, quien mencionó que aunque se sabe mucho del virus, aún hay mucho por conocer. Por ejemplo, todavía no se sabe cómo se contagia la gente cuando el virus está en el ambiente, tampoco se ha entendido la dinámica de transmisión en el trópico o en lugares con altura, “esto es una oportunidad para los investigadores clínicos, no un vacío de información”, dijo Álvarez.

Con respecto a la situación por países, el Médico Infectólogo explicó que se debe “entender cómo se comporta el virus en diferentes lugares, no para comparar, sino para entender la evolución según las medidas tomadas por los gobiernos”. Teniendo en cuenta lo anterior, vale la pena resaltar el caso de Singapur, donde la tasa de fatalidad es considerablemente baja (0.07 personas mueren de todas las pruebas hechas). Esto se debe a que la mayoría de contagios ocurrieron en edificios llenos de migrantes jóvenes que resisten mejor el coronavirus, y no en hogares geriátricos o lugares con personas mayores. Igualmente, los programas de testeo en Singapur se orientaron a personas jóvenes que tenían más probabilidad de ser asintomáticos y por ende, de transmitir la enfermedad.

Hablando del caso Colombiano se mencionó que el porcentaje de positividad en Colombia –es decir, las personas que dan positivo– está por debajo del 10%, como explicó el doctor Álvarez, de manera indirecta esto significa “que en el país tenemos una tasa de transmisión baja”. A pesar de esto, la investigación clínica en Colombia tiene todavía muchas dudas por resolver, por ejemplo ¿cuál es el significado real de una una prueba PCR positiva? ¿la persona está infectado o está infectando? Si la persona se infecta y se recupera, ¿puede volver a infectarse? Los anticuerpos que se generan ¿están protegiendo a la persona del coronavirus?

 

Migrar a paso acelerado

Asimismo, la Coordinadora Grupo de Investigación Clínica del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA), Sindy Paola Pulgarin, recalcó que durante la pandemia han tenido que reorganizar la coordinación interinstitucional, lo cual ha creado una oportunidad para que el Instituto se acerque más a la comunidad académica y científica, al igual que a los 427 estudios clínicos activos. Con base en las necesidades de estos, el INVIMA ha migrado a hacer trámites de manera totalmente virtual, que ahorra tiempo a ambas partes y agiliza los procesos.

Aquellos pacientes que estaban recibiendo terapias de enfermedades diferente al COVID-19, presentaron un desafío para el INVIMA, porque tuvieron que orientar sus esfuerzos para diseñar planes de contingencia y planes operativos en los centros de investigación que reciben a estos pacientes. Además, Pulgarin anotó que a pesar del impacto económico de la pandemia, los trabajadores de investigación siguen trabajando constantemente.

Por último, hay tecnologías que se han implementado por primera vez en Colombia que, aunque no son nuevas, los trámites legales y el costo hacían difícil la entrada de estas opciones. La telemedicina, el consentimiento electrónico, las visitas en casa, la historia clínica electrónica, las firmas electrónicas y los trámites en línea son ahora una realidad, explicó la doctora Liliana Rodríguez, presidente de AVANZAR.

En conclusión, es un momento importante para la investigación clínica donde las personas están entendiendo su valor. Por parte de los científicos y médicos, es un espacio de desafío y oportunidad, pero todo depende de la perspectiva que tengan de esta pandemia.

 

Autor: Fifarma

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Fuentes

Avances y barreras de la telemedicina en Colombia http://www.scielo.org.co/pdf/rfdcp/v47n127/0120-3886-rfdcp-47-127-361.pdf

 

Día Internacional de la Investigación Clínica – 20 de Mayo https://www.aciccolombia.org/dia-mundial-de-la-investigacion-clinica-20-de-mayo/