Reciclar el compromiso de la industria con el medio ambiente
Darle un destino final amigable con el medio ambiente a algo tan delicado como los medicamentos, considerados residuos peligrosos, es la razón de ser de la Corporación Punto Azul, de hecho, el año pasado cerraron con un balance de casi las 300 toneladas de medicamentos vencidos recolectados, en tres años de existencia.
La Corporación estima que en los próximos cinco años con la recolección y disposición final de medicamentos se van a dejar de emitir 13 mil toneladas de CO2, lo cual equivale a que en dicho periodo dejen de funcionar 2.300 carros.
“Aunque las cifras no suenen tan voluminosas como cuando se habla de reciclar papel, lo que hace Punto Azul, teniendo en cuenta el tipo de desechos que produce la industria, tiene un impacto muy importante, porque beneficia la salud pública de la gente, previene la falsificación y contribuye enormemente al medio ambiente”, explica Jorge Trujillo, director de la Corporación.
De hecho, recientemente los laboratorios, miembros de la Corporación, que comenzó como un programa de la Cámara Farmacéutica de la Andi, firmaron ante el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, el acuerdo por la sostenibilidad del medio ambiente.
“Lo más importante es que todos debemos ser corresponsables. Si existe un elemento químico, biológico o tecnológico al final va a existir un residuo. Debemos hacer nuestra parte y el paciente aprender a que el residuo no se debe botar ni en la cañería ni en la basura”, explica Méndez.José Luis Méndez, presidente de la Junta Directiva de Punto Azul y gerente de Asuntos Corporativos de Productos Roche dice que lo que se firmó fue el compromiso de hacer sostenible nuestro planeta y al sector salud.
Por regiones, de acuerdo con Trujillo, la mayor cultura de reciclaje está en el Eje Cafetero y donde menos tendencia a una destinación final segura de medicamentos existe es en la costa caribe.
El Presidente de la junta directiva cuenta que esta iniciativa evita que toneladas de desechos farmacéuticos lleguen a los botaderos a cielo abierto y que, en lugar de ello, sean destinados correctamente.
Hay tres formas de hacer disposición final de estos residuos, explica Trujillo: incinerar en horno, meter los medicamentos en celdas de seguridad y hacer aprovechamiento, lo cual es lo más amigable con el medio ambiente, esto se hace a través de reciclaje o coprocesamiento, que es una incineración con aprovechamiento energético.
Para la etapa de postconsumo, los laboratorios farmacéuticos tienen la opción de hacerlo individualmente o en colectivo, de los 200 que existen en todas las industrias, de los cuales tres son pharma, Punto Azul es el único que hasta el momento no ha tenido procesos sancionatorios en Colombia.
Por su parte, Trujillo advierte que no solo se dedicarán al postconsumo sino al manejo inverso de devoluciones directamente a los laboratorios farmacéuticos, por lo mismo, en febrero de este año se creó en Cota el primer centro de clasificación y transferencia en Latinoamérica. En este punto se hace un proceso de destrucción, protección de marca, aprovechamiento y disposición final.
Cómo contribuir
Identifique los buzones. Busque los puntos azules para depositar medicamentos, existen más de mil contenedores en el país, suministrados por convenios entre la Corporación y quienes asumen el compromiso de ‘protegerlos’. Los puntos de reciclaje están ubicados principalmente en droguerías que, de manera voluntaria, se suman a la iniciativa y ya son 8 mil propietarios de estos establecimientos capacitados. Para conocer el Punto Azul más cercano a su casa consulte: www.puntoazul.com.co
Empiece por casa. Este sector es el llamado a dar ejemplo con el destino final responsable de los medicamentos. La idea es que quienes trabajen con la industria farmacéutica sean los más juiciosos en usar los puntos de recolección.
Destruya empaques vacíos. Los empaques pueden ser usados para la falsificación, por eso, la recomendación es desechar los empaques semidestruidos. Basta con arrugar la caja, romperla o quitarle la etiqueta.
Desde los consultorios. Debido a que muchos médicos, como resultado de las visitas médicas, acumulan importantes cantidades de medicamentos, la corporación también los tiene identificados como agentes activos en el proceso de recolección. La idea es hacerles pedagogía con el fin de que sean conscientes de que tienen una bomba de tiempo y que no se trata simplemente de seleccionar lo que está vencido para botarlo, sino de llevarlo a puntos de recolección.
Lea las indicaciones. El uso correcto y la manipulación de medicamentos está definida en cada producto. Hay que tener claro la fecha de vencimiento, la dosificación, las condiciones de almacenamiento que, si se alteran, pueden cambiar ciertas propiedades y hasta terminar convertidos en otras sustancias. Los incipientes, por ejemplo, contienen sustancias que pueden ser alteradas por la misma flora de un paciente, el hecho de que un medicamento entre en contacto con bacterias de la boca, por ejemplo, al tomar directamente de un frasco, puede causar la contaminación del producto.
A usar lo necesario. El llamado para que no se desperdicie innecesariamente, por ejemplo, con empaques más grandes de lo que se requiere para la cantidad que almacenan. Hoy existe el acto administrativo por el cual el Invima aceptó que se ponga un logo en los productos adheridos al programa para mostrar que somos responsables con el medio ambiente.